Las Serpientes
¿Porqué les tememos? ¿Porqué las matamos?
En el caso particular de la provincia de Buenos Aires Giambelluca señala que existen alrededor de 26 especies diferentes de ofidios (grupo en el cual se engloba a las serpientes). La mayoría de las especies con presencia en la zona serían mansas con baja peligrosidad. Esto no implica que debemos manipularlas, solo lo deberían hacer personas capacitadas para tal fin.
A pesar de que existirían en la región algunas especies con relativa peligrosidad, estas son muy importantes controladores naturales de poblaciones de roedores transmisores de enfermedades y otras especies plagas para el ser humano.
Estos son algunos pasajes del libro donde cuenta su niñez un gran naturalista que vivió en la pampa cuando todavía paisajisticamente “era pampa”:
No podría establecer con exactitud en que momento cambió mi opinión respecto de nuestras vapuleadas y castigadas enemigas, pero creo que ejerció sobre mi gran influencia un incidente que me tuvo por testigo a la edad de ocho años.
Paseaba por la huerta siguiendo a un grupo de personas mayores,….habían descubierto una serpiente echada en el camino,…uno de los hombres, el primero en hallar un palo…se adelantó corriendo. En el preciso momento en que se disponía a asestar el golpe mortal una de las señoras sujetó su brazo en el aire.
…Su cara resplandece de júbilo por haber salvado al reptil de una muerte segura. A su regreso se enfrenta a un tumulto de exclamaciones de horror y sorpresa. Ella se limita a responder con una risita.
-¿Por qué matarla?-Pregunta.
¿Cómo era posible que se sintiera tan feliz, tan ingenuamente satisfecha como si hubiera realizado algo meritorio y no una mala acción? Mi mente infantil quedó muy atribulada por esta pregunta. No podía hallar una respuesta adecuada.
Sin embargo, creo que el incidente rindió sus frutos mas tarde y me llevó a cuestionarme si no sería mejor perdonar la vida a matar, no solamente para el animal sino también para la propia alma.”
Culebra listada
Clase: Reptiles
Orden: Escamados
Familia: Colubridae
Nombre científico: Liophis anomalus
Descripción: Serpientes de pequeñas a medianas. Alcanzan una longitud aproximada de unos 70 cm. Cuello poco delimitado. Ojos prominentes y pupila circular, con la mitad superior anaranjada y negro en la mitad inferior. Poseen una coloración de fondo marrón claro. Dorsalmente presenta listas evidentes y llamativas: una línea central roja acompañada a ambos lados de dos líneas amarillas. Cabeza manchada de negro, rojo y amarillo. Ventralmente el cuerpo es amarillo sin manchas, con fuertes matices rojos o rosados en las escamas abdominales y subcaudales. Los juveniles son idénticos a los adultos.
Distribución geográfica: En el Hemisferio Sur, desde el noroeste de Argentina, por el este en Uruguay, sur de Brasil y por el sur hasta Buenos Aires.
Biología: Habita en pastizales abiertos y cercanos a ambientes acuáticos, bañados, doméstica o peridoméstica. Su alimentación se basa en anfibios adultos, renacuajos, lagartijas y en ciertas ocasiones artrópodos.
Se reproduce durante la temporada cálida (septiembre a marzo). Copula en septiembre y febrero, con puestas en diciembre o enero. Pone de 6-15 huevos de 2 por 1,5 cm color blanco. Los nacimientos se producen de febrero a marzo. Es muy buena nadadora, tímida y poco agresiva.
Observaciones: considerada NO VENENOSA, mansa y muy frecuente (Giambelluca L.A., 2001)
Editor: Nicolás Olalla & Violeta Di Gennaro
Fotografía: Nicolás Olalla
Bibliografia
Giambelluca, L. A. (2001). Guía de ofidios bonaerenses. 47 págs.